Al oriente de Asturias con el nombre de “muy noble y leal villa” cerca de los Picos de Europa hermosamente bordeada por el mar se encuentra un lugar paradisíaco que podemos descubrir al visitar Llanes, extendido territorio bendecido con numerosas playas y monumentos muy conservados encerrando factores únicos para realizar un verdadero paseo turístico.
Visitar llanes como experiencia inolvidable
La villa de Llanes se encuentra en el oriente de Asturias entre las estribaciones de la cordillera del Cuera, los Picos de Europa y el mar Cantábrico. Se extiende cerca de 263,59km² a lo largo de la costa en el extremo oriental de la región y cuenta con numerosas playas, siendo imprescindible agregar su irresistible gastronomía
Desde su casco histórico comenzamos admirando su valiosa arquitectura, edificaciones como la Basílica de Santa María de Concejo, la Torre Medieval, la Muralla Medieval, el Casino de Llanes con su perfecta fachada modernista.
Una caminata por el Paseo de San Pedro nos dejará en la memoria una de las imágenes naturales más hermosas de las playas, donde también podemos visualizar la ciudad y los Picos de Europa con sus acantilados, ya finalizando el paseo conseguiremos los muy notorios “Cubos de la Memoria” llamativos por su artística pintura de Agustín Ibarrola, y si de nocturnidad se trata no falta donde pasarla bien.
Acá es interesante en un paseo por la montaña conocer las cuevas, como la del Pindal o la del Buxu, con variedad de rutas para realizar senderismo.
Recomendar playas es relativo ya que depende de lo que quieras disfrutar
Hay actividades para muchos días de paseo y el clima, ya que si quieres practicar surf los destinos ideales sería Torimbia, San Antolín, San Martin, Ballota, Andrin o Vidiago todas esas playas con un hermoso ecosistema para disfrutar de un día sin desperdicio alguno, si de aguas más tranquilas se trata como referencia magníficas playas como la Playa del Silencio, Playa de Barayo, Gulpiyuri.
En la costa asturiana constantemente experimentamos experiencias que nos quitan el aliento bien sea por la aventura o por la belleza de la naturaleza que nos sorprende al visitar Llanes, como en el caso de los conocidos bufones de Llanes, en donde el mar respira bañando con rocíos de agua que emergen de los acantilados haciendo un sonido muy particular, un auténtico gozo al escuchar el mar como bostezar haciendo un sonido único que permanecerá en nuestra memoria a través de los años por lo inusitado de este espectáculo natural.